Al darse a conocer la nómina del equipo nacional de Cuba con vistas a este Quinto Clásico Mundial de Béisbol todos sabíamos que al matancero Yadil Mujica le sería casi imposible poder jugar. Un cuadro plagado de figuras descollantes lo hacían estar destinado a esperar una oportunidad para mostrar sus dotes atléticas.
La inclusión en el equipo de los Grandes Ligas Yoan Moncada y Andy Ibáñez eran lastres para sus sueños, pero anteponiendo el bien colectivo y la consecución de un buen resultado para todos lo hizo entender su función.
A cada minuto se esforzaba al máximo, en los entrenamientos dejaba su sudor en cada acción, pues sabía que si le ofrecían una mínima oportunidad tenía que demostrar un alto rendimiento.
El pinero Andy Ibáñez tuvo unos juegos de preparación excelentes desde el punto de vista ofensivo, por lo que parecía que sería inamovible en la defensa de la segunda base para Cuba, pero algo imprevisto sucedería.
A sólo horas de dar inicio el magno evento del Clásico Mundial se hizo pública la noticia que Ibáñez no podría jugar, por estar afectado en una de sus manos. ¡ Era el momento de Mujica !
Lo sucedido hasta este momento después de haber efectuado cuatro desafíos el conjunto cubano parece un cuento de hadas : de no estar en los planes para jugar Mujica se ha convertido en uno de los bateadores más destacados de todo el torneo.
En sus estadísticas resaltan seis carreras impulsadas, dos extrabases y cinco hits, para liderar la artillería de Cuba. Cada vez al bate es una estocada contra lo imposible.
Yadil Mujica ha dejado una lección de vida : no importan los obstáculos que la vida te imponga, no importa que todo parezca perdido, simplemente sigue batallando y espera tu oportunidad. Bendiciones campeón.